kalles hacia todas direcciones

04 octubre, 2006

Te ví, sin esperarlo.

A lo lejos, un semáforo en rojo.


Las dos de la madrugada de la noche de martes.


La avenida paralela al río, desierta de coches.

Reducí la velocidad del coche, hasta parar. Volví a mirar el semáforo en rojo, cuando te ví sin esperármelo.
Me asusté, o directamente tuve miedo...(qué fué lo que sentí? la verdad, ni yo misma lo sé!) Te miré con desconfianza, tan bien con un poquillo de miedo. Inmediatamente, subí la ventanilla del coche que estaba a mitad, hasta cerrarla por completo. No quería que te acercaras a mí. Estabas quieto, cuando por movimientos lentos, caminabas en mi dirección. Giré la cabeza, llevando mi mirada hacia el frente en un punto fijo, el semáforo que aún seguía en rojo. Quise que pararas de caminar, y lo hiciste. El semáforo se puso en verde.

Coloco primera marcha, y continúo mi trayecto. Hago un giro a la derecha y vuelvo a parar en otro semáforo en rojo. Me quedo pensando en ti, y vuelvo a girar la cabeza para ver si continuabas allí todavía.

Sí, allí estabas!,parado como una estatua (esta vez con alma, corazón, pues eres una persona), en el mismo lugar, sin retroceder al puesto del inicio, que sería sobre líneas blancas pintadas en la carretera, que simulan una isleta, por la que un coche no debería pasar por encima.
Tú todavía continuabas en medio de la vía y yo mirando la calle que pisabas, de la que yo me había alejado ya, porque estaba un poco preocupada, por si llegaba algún coche y te atropellaba... (ahora pienso, que si hubiera sucedido, ¿que hubiera podido hacer yo desde donde estaba, para solucionarlo? Nada.)

Mi semáforo se pone en verde. Coloco la marcha y continúo con mi trayecto.

Pensé prácticamente todo mi viajecillo en ti.

Tu pelo era alborotado, llevabas poca ropa y estaba sucia como tu piel.
La cabeza echada ligeramente hacia delante y tu cuerpo encorbado.
Tu brazo estaba extendido hacia delante y tú mano sujetaba un bote de plástico.

¿Quién eras realmente?!.... Pensé que serías muchas personas. Pensé que eras un guiri, pensé que eras un mendigo, pensé que eras un borracho...pensé que no tenías qué comer, pensé porqué andabas así, si estarías enfermo...

Tan bien pensé que, ¿porqué subí la ventanilla del coche tan rápida?, ¿porqué cuando ví que venías hacia mí giré la cabeza hacia el frente?, ¿porqué te coloqué etiquetas de personas?, ¿Porqué aún hoy, en este momento escribo para ti?...

Como te quedaste dentro de mi cabeza y dentro de mis sentimientos, que esa noche después de verte y sentir lo que sentí, dije que escribiría para ti.


No me gustó sentirme cobarde, no me gustó sentirte como fuera de mi camino, no me gusta encontrarme con situaciones, que no me espero y que no sé como coger, entender, solucionar...

Estés donde estés, seas quién seas, esta historia es lo que te doy, lo que te ofrezco. No es dinero, que a lo mejor te hubiera gustado más recibir.

Es lo unico que ahora, que ya es tarde, te puedo enviar.

A lo mejor, algún día, ésta historia llega a tus manos y se te ocurre gastar unos minutos leyéndola. Quiero que sepas que es para ti.

Ha escrito, una chica de 23 años, que giró su cabeza al frente, como si no hubiese nada que le importara.

Gracias Ruls por mostrarme ésta foto...........................

.............Un besillo